jueves, 25 de marzo de 2010

Además de chorro, boludo.

Mi hermano se encontraba en un edificio de Casanova al 700 cumpliendo con su función de limpiar tal sitio, ya que desde hace unos meses se gana unos mangos laburando en una empresa de limpieza.

Restaban unos minutos para que su turno acabara, y cuando se dispone a descender para tomar la bici y marchar hacia casa, se encontró con la situación de que la misma no estaba.

El edificio estaba con llave, por ende nadie entró ni salió, salvo una persona, un menor de edad, que bajó y desapareció por varios minutos. No creo que se haya imaginado que lo iban a ver...

Muchas veces se dice que los ladrones en tu barrio no roban, ahora me pregunto, ¿y en tu propio edificio?

Lo cierto es que hasta el lugar arribaron mi viejo y dos móviles policiales, el rostro del menor de edad denotaba su estado de nerviosismo. Menos mal que el flaquito no bajó porque quienes conocen a mi viejo y a mi hermano dirán que no son chiquitos. Y los efectivos debieron tranquilizarlos a ellos en primera instancia y luego interrogar al adolescente que se escondía detrás del oficial.

Lo cierto que tristemente el chico sigue en su domicilio, porque al no haber testigos es la palabra de mi hermano contra la de él. Estas historias siempre terminan igual, hacé la denuncia y cualquier novedad te avisamos...

3 comentarios:

Lucho dijo...

uhuhu! que garrón!

Pobre gordo....

va a atener que invertir!

danilo dijo...

Pequeño detalle, la bici no era de él, sino de la novia!

Cin dijo...

de paso.. un a noticia horrible... pobre.. ya paso hace una ratito... pero vale darle mi pesame por la muerte de la idea de justicia...
saludos!