martes, 29 de septiembre de 2009


Lic. María Cecilia Vizzica, psicóloga especializada en niños sordos

“Saber que piensan, que sienten, que emociones tienen, poder ayudarlos, me permitió entrar en su mundo”

La profesional sostiene que es vital fortalecer los vínculos sociales y familiares para que los chicos afronten de mejor manera la problemática. La ausencia de una comunidad que pueda cubrir las necesidades mínimas es una cuenta pendiente que tiene la ciudad.


Hablo con mis manos, escucho con mis ojos, pero yo al igual que vos siento con el corazón”.
Esta frase marcó a fuego a María Cecilia para comenzar a transitar un nuevo camino.
Cada vez que repetía estas palabras, su rostro y sus ojos denotaban la impronta que le dejó este mensaje.
El estar atenta para servir a quienes lo necesitan, forma parte de su vida…


¿Cómo descubrió su vocación?
Luego de haber finalizado con los estudios, realicé un curso de formación en la escuela 514 y a partir de ese momento me empecé a aproximar y a descubrir el lenguaje de señas. Al finalizar el curso vi una frase que me impactó, “hablo con mis manos, escucho con mis ojos, pero yo al igual que vos siento con el corazón”.
Saber que piensan, que sienten, que emociones tienen, ayudarlos al desarrollo evolutivo, Me permitió entrar en su mundo

¿Hay muchos profesionales que se especialicen en niños sordos?
En la ciudad no hay muchos especialistas, por esta razón a veces trato de difundirlo para que aquellas personas que no me conocen se interioricen.
Este terreno no está muy explorado, lo primordial es no centrase en las diferencias, sino que los chicos puedan desarrollar su potencialidad, y descubran su identidad.

¿Cómo reciben los padres la noticia de que su hijo no podrá oír?
A veces los papas se forman una fantasía de recuperación, no deben perder de vista la problemática y a partir de ahí comenzar a trabajar. Así podrán afrontarlo de mejor manera.
Los papás ante un diagnóstico se ponen muchas metas y expectativas, pero en esos casos responden más a sus propias necesidades que a la de los niños.

Qué se efectué un diagnóstico rápido, ¿qué posibilitará?
Esto permitirá que el chico pueda comunicarse antes a través del lenguaje de señas.
En primer lugar, lo mejor es que los papás comiencen a trabajar abiertamente, desde sus sentimientos, los miedos y las necesidades, para que luego el desarrollo del lenguaje del niño sea aún más rápido.

Luego de detectar la problemática, ¿cómo se procede?
Se debe formar un equipo de trabajo, rescato el trabajo interdisciplinario para que cada disciplina pueda trabajar y abordar los diferentes aspectos, la personalidad, lo emocional, el aprendizaje, lo cognitivo. En este trabajo intervienen distintos profesionales, fonoaudiólogos, psicólogos, junto a los padres.
Por esto en las escuelas resulta vital que haya gabinetes psicopedagógicos y se los apoye para estar atentos a las necesidades que tengan.


“El chico a través del juego crea su propio mundo”


¿Qué importancia tiene el juego en estos casos?
Es fundamental, el juego en la casa a veces es escaso. A partir de este el chico explora y percibe el mundo que lo rodea. Favorece el empleo del conocimiento. Como dice Freud, los niños a través del juego reflejan actividades placenteras y aquellas situaciones que le causan dolor y lo lastiman.
Por lo tanto, van a reproducir sus sentimientos a través de las actividades lúdicas que realicen.
El chico a través del juego crea su propio mundo.

¿Existe algún grupo o comunidad de sordos en bahía?
No hay comunidad que los pueda contener, por lo tanto existe un gran vacío. Se nota aún más cuando los chicos llegan a la adolescencia. Porque finalizan la escuela y ¿qué hacen después?
Necesitan de sus pares para la inserción social, de la comunidad de sordos y la sociedad, para que ellos tengan una vida normal, y puedan cursar una carrera como cualquier persona.
En cierta manera es una forma de excluir. No obstante, en la actualidad hay una serie de proyectos para que empleados aprendan el lenguaje de señas. Y así brindar la posibilidad de que los sordos puedan realizar trámites.

¿Qué hace falta para que haya una comunidad?
Se deben conocer las necesidades, hay muchas fallas, no solo las que se producen en la sociedad, sino también en la educación. Se debe pensar como lo deben trabajar la maestra y los alumnos hacia los chicos. Hay que invitar a la formación. Trabajarlo desde la escuela y desde los padres resultará importante.
Para que se inicie una comunidad deberíamos preguntarles a ellos que necesitan, y cuales son las vicisitudes por las cuales atraviesan
Teniendo un mayor contacto con ellos e investigando se podrá comenzar un proyecto para lograr una mayor interacción en la sociedad.

Danilo Belloni