Periodismo en Bahía Blanca: más que un anhelo, una utopía...

Más que un anhelo, una utopía representa el deseo de que la realidad del periodismo en la ciudad cambie radicalmente. Cuando hablo de cambio radical me refiero pura y exclusivamente a que dicha profesión deje de estar tan ligada a la bendita publicidad para aquellos que recién comienzan en el medio.

Me alcanzan los dedos de una mano para contar cuales son los medios que pagan y ofrecen un sueldo en Bahía Blanca, en una ciudad que supera ampliamente los 300.000 habitantes. Está bien quienes cobran dirán que es poco, pero peor resulta este círculo vicioso que se forma para quienes necesitan adquirir experiencia. Realmente es indignante que la mayoría de los medios se caguen en la gente. En esa bolsa entran todos los anónimos o las radios anónimas, digo anónimas porque tampoco nadie se calienta en mencionar cuales son para que se acabe la joda y que la cosa cambie. Lo mismo para muchas de las caras que pululan en TV...

Además no sólo se encuentran los que necesitan experiencia, si no que aquellos que como nosotros que hace un tiempo considerable que trabajamos y que estamos cansados de la explotación laboral, pensemos en dejar de ejercer una profesión activa y que amamos porque un grupo junta su plata...

Toda esta bronca no hace igualmente que reniegue de la profesión, porque seguramente todos los que estudiamos PERIODISMO no pensamos en hacerlo porque pensábamos llenarnos de guita, sino en hacerlo por VOCACIÓN.

¿Será una utopía este deseo?

Borelli pendiente de los medios

El rebaño suele ser reflejo del PASTOR...

El gobierno suele arremeter una y otra vez contra los medios, y principalmente contra los diarios. Uno se termina preguntando si no le prestan demasiada atención a los dichos de los periodistas.

En la semana como de costumbre estuve compartiendo conceptos con Lucho acerca de diferentes problemáticas de la ciudad. Somos periodistas y es habitual que hablemos de diferentes situaciones por las que atraviesa la ciudad.

El cambio de frecuencias en el transporte público de pasajeros fue el tema más hablado por políticos, medios, y ciudadanos. Por ende, lucho en su blog (http://www.temtenpiee.blogspot.com/) publicó su punto de vista acerca del nuevo cambio de recorridos. Hasta ahí todo marchaba normalmente. Sin embargo a la noche, cuando lucho revisa su casilla de correos electrónicos observa que Hugo Borelli, Secretario de Gobierno, le había enviado un e-mail en el que lo invitaba a su despacho para que hablen acerca del tema en cuestión ya que consideraba que estaba desconociendo algunos puntos.

Esta actitud claramente me sorprendió, porque más allá de que estoy de acuerdo en que es positiva la actitud de conversar y debatir los diferentes puntos de vistas sigo pensando en que muchos de los funcionarios se preocupan en exceso por los dichos de los profesionales de la comunicación.

¿Quién podrá defendernos?

El gobierno K lleva más de seis año en el poder y la verdad que me tienen bastante podrido con su discurso. El fastidio va en crecimiento porque cada vez que escucho a un funcionario de cualquier punto del país vinculado a su proyecto de poder, se encolumnan detrás de los dichos de mamá y papá pingüino.

No obstante, quiero aclarar también que el oficialismo que tenemos es producto de una oposición más que fragmentada. Incapaz de ponerle un freno a tanta insensatez.

Ojalá que el 2011 llegue rápido... ¿está mal pensar así? estoy cansado de prender la tele y escuchar a la señora presidenta atacar, atacar y atacar contra todo el que piensa diferente. Tampoco quisiera a ver a la oposición en ese juego. La pucha, el chapulín diría: y ahora ¿quién podrá defendernos?

Estaba el fin de semana haciendo zapping y veo a Hebe de Bonafini en su espacio denominado "Madres de la plaza". Mi intención no es cuestionar su vínculo con el pasado como madre ni nada por el estilo.
Pero realmente ver durante minutos a esta señora hablando de estrategia política me da mucha impotencia. Su tono, la carga que acarreaba cada palabra era propia de una señora que está ocupando un lugar que no le corresponde. Pero claro, estaba por la pantalla de Canal 7.

"Acá en canal 7 hay gente en contra de la presidenta, nos conocemos demasiado. No podemos mostrar partidos de vóley o básquet mientras que en los otros canales aparecen a cada rato los otros candidatos".

Ese tipo de frases eran repetidas, repetidas y repetidas...Mi pregunta es, ¿no hay alguien más idóneo para ocupar un lugar para hablar de política?

¿Acaso el programa no se llama "Madres de la Plaza"?, ¿qué hace hablando de estrategia política?, y peor, ¿qué hace hablando de política internacional?

Un amigo siempre dice que acá cualquiera viene y dice cualquier cosa. No me quiero acostumbrar a eso, ojalá que en el 2011 cualquiera de las alternativas que acceda al poder pueda revertir innumerables ocasiones que se han producido en los últimos 8 años.

De psicólogo en el colectivo

Mis amigos me suelen cargar porque dicen que me caracterizo por charlar con cualquiera. Y seguramente tengan razón. Pero siempre les dejo en claro que generalmente son circunstanciales esas charlas.


Estaba esperando el colectivo en una de las principales calles céntricas de la ciudad, y de pronto se me acerca un hombre, de unos 55 años, susurrándome al oído acerca de su mal humor por la espera eterna a una de las unidades de Plaza. Tema ya clásico para la ciudadanía, de hecho he publicado alguna vez acerca de las situaciones que cotidianamente atraviesa un bahiense en el transporte público de pasajeros.


Rubén, desde que le devolví la pared no paró de hablarme. Me contó absolutamente de todo...cuestiones de su vida privada que hasta uno imagina que son difíciles de asimilar para un hombre de antaño.

En síntesis, me comentó que su mujer lo engaño en su pueblo natal con su vecino que vivía a la vuelta de su casa. Por lo tanto decidió mudarse a Bahía Blanca. "Fue una patada a las b..." , señaló el hombre.


"Así que decidí ir a un grupo de Iglesia porque me encontraba mal". "La verdad me hizo muy bien" sentenció.


"Hace poco encontré una compañera, tengo una novia más joven que yo, no le debo ninguna explicación a nadie"


"Bueno pibe me tengo que bajar acá, chau un gusto"



Esas frases resumieron el monólogo de Rubén, seguramente necesitaba una oreja. Por lo pronto a mí me amenizó el viaje en el carro de PLAZA.