No tiene brazos y piernas e igualmente afronta la cotidianeidad con mucho optimismo. Sin duda, su testimonio resulta enriquecedor.
“Tengo 16 años, curso cuarto año en la E.E.M. n° 5, y no me gusta levantarme temprano” (risas), así se presenta Yanina en el comienzo de la nota. Además agrega, “Siempre voy dormida, me levanto 6.30 y rezo para que al auto no arranque”.
Con una chispa latente y un humor destacable se mostró la adolescente a lo largo de la charla. Antonela Yanina, como lo señala el D.N.I., vive en su domicilio de Undiano y Provincias Unidas junto a su mamá Cecilia, sus hermanos mellizos, Lautaro y Jeremías (4 años), Martina (7), y su padrastro Cristian.
-¿Cómo te va en el estudio?
Mmm…más o menos. No estudio mucho para los exámenes, pero me va bien.
-¿Cómo es tu relación con los compañeros en el colegio?
Me hago más amigas de los chicos que de las chicas, ellos son más sociables. Amigas en el colegio no tengo, son sólo compañeras. Si tengo una gran amiga en el barrio, Marianela.
-¿Te presenta muchas dificultades movilizarte en colectivos?
Muchas veces cuando me tengo que tomar los colectivos, no me frenan ya sea porque vienen llenos o el chofer no quiere bajarme la rampa. Casi nunca anda la rampa, a veces se predisponen de mala manera los choferes. Por ahí te dicen que les duele la espalda o alguna otra excusa. Igual yo soy caradura y le pido a la gente que me ayude.
-A la charla se suma la mamá de Yanina. ¿A vos qué sensación te produce que ocurran esas situaciones?
Me da mucha bronca, impotencia.
¿Cecilia, qué trato reciben por parte del colegio?
En la escuela, el trato cambió mucho. Hace 10 años atrás era muy diferente, en las instituciones te querían evitar, o te daban muchas vueltas, parecía que a uno lo discriminaban.
-A Yanina no le gustaba que le roben mucho el protagonismo, así que retomamos la conversación…
-¿Qué carrera te gustaría estudiar?
Muchos me dicen que estudie para ser política, pero contabilidad me gustaría estudiar.
Yanina, desde que salieron en TV, ¿recibieron rápido las donaciones qué solicitaban?
La silla de ruedas me la trajeron enseguida, el hombre no quiso que se de su identidad. Su mujer fue quien leyó la nota en la brújula (medio digital) y le dijo que era muy bonita, entonces querían alivianar de esta manera el estilo de vida que llevaba a cabo. Pudieron localizar la silla por internet y así se pudieron hacer parte de la misma. Se hace cama, es reclinable, tiene batería. Es muy cómoda en comparación con la anterior.
-La mamá agrega…
“Actualmente estamos intentando lograr que un colectivo pase por acá y la lleve directo a la escuela, porque para llegar se tiene que tomar dos colectivos, la 503 y luego la 505. A veces la llevábamos en bicicleta y era un gran sacrificio”.
“Pero eso no me gustaba porque llegaba toda despeinada”, dice Yanina.
-¿Cecilia, ustedes se comunicaron con el medio para hacer pública su situación?
El hecho de salir en televisión nos ayudó mucho, pero no fuimos los participes de llamar al medio. Un amigo nuestro, quien era consciente de nuestro esfuerzo, fue quien llamó a canal 7, y mandó de incógnita a la periodista. Yanina aceptó la propuesta y obtuvimos muy buenas respuestas. Hasta novios se le acercaron (risas)
-Como no podía ser de otra manera, al momento de cerrar la entrevista, la joven comenta:
“En los próximos días quiero ir a ver a Carmen Barbieri, para que me permita conocer a Tinelli e ir a Bailando por un sueño” (más risas)
Danilo Belloni
martes, 31 de agosto de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
21 DE AGOSTO, APAGON NACIONAL DE CELULARES
21 DE AGOSTO, APAGON NACIONAL DE CELULARES
El Sábado, 21 de agosto a las 12:00
Lugar: TODO EL PAIS.
EL DIA SABADO 21 a las 12 del mediodía NO USEN EL CELULARRRR!!!!! NI CARGUEN!!!!!!
Vamos a cumplirlo así nos dejan de cobrar tan caras las facturas!!
El Sábado, 21 de agosto a las 12:00
Lugar: TODO EL PAIS.
EL DIA SABADO 21 a las 12 del mediodía NO USEN EL CELULARRRR!!!!! NI CARGUEN!!!!!!
Vamos a cumplirlo así nos dejan de cobrar tan caras las facturas!!
domingo, 1 de agosto de 2010
En el diario de hoy de LNP, con Ale
En el diario de hoy de La Nueva Provincia, en la sección Vida Cotidiana, salió publicada la nota que junto a Alejandra Gonzalo nos realizó Maximiliano Palou.
Se las dejo para compartir:
HISTORIAS DE LA CIUDAD
Más que amigos, sólo amigos
* Federico Zeppa y Gisela Frasca fueron juntos a la primaria, la secundaria y están a punto de terminar Medicina en la Universidad Nacional del Sur.
* Alejandra Gonzalo y Danilo Belloni compartieron el jardín de infantes, la primaria y el Polimodal en las mismas aulas de Pompeya. Se recibieron en el Instituto en Ciencias de la Comunicación Social y hoy cursan Historia en la UNS.
La mamá de Federico Zeppa llegó al Hospital Español a las 8 de la noche del 30 de junio de 1986 y Y a las 22.03, después de un parto "muy lindo", según cuenta, nació Federico. Justo en el día límite para anotar a los alumnos en las escuelas.
Es por eso que Federico siempre fue el más chico del curso: "a pesar de eso siempre fue un buen alumno", dice Liliana, más mamá que nunca.
Es por eso que Federico compartió toda la primaria, toda la secundaria y toda la carrera de Medicina, que concluirá a fin de año en la Universidad Nacional del Sur, con Gisela Frasca.
Los padres de Gisela tuvieron más margen: la nena nació el 13 de junio de 1986, a las 6 de la tarde.
En marzo de 1991 entraron juntos a la Escuela 67, de Thompson y Pedro Pico, pero claro, los nenes con los nenes y las nenas con las nenas. Y además vivían lejos para chicos de 5 años: él en Villa Rosas y ella en el barrio Pedro Pico.
--Recién en 7º u 8º nos habremos hecho amigos --dice Federico.
--En la primaria no nos sentábamos juntos, pero estábamos en el mismo grupo dentro del aula. Nos sentábamos de a dos y la mesa de él estaba enfrentada con la mía --dice Gisela.
Cuando se hicieron más grandes caminaron media cuadra y entraron juntos al Instituto Santa María de los Apóstoles de la Pequeña Obra, en Pedro Pico al 500.
A él le empezaron a gustar las chicas. A ella, los chicos.
--Y sí... cuando Federico me contaba que le gustaba alguien, le decía "mmm... esa chica"... pero bueno, no me prestó mucha atención.
--Claro y después venía el "te avisé" --dice él.
--¿Y nunca hubo onda entre ustedes?
--Nooo --dicen al mismo tiempo.
Cuentan que allá por el 98/99, cuando estaban en 7º u 8º, les andaba dando vuelta la idea de ser médicos. Cuando faltaban meses para dejar el Polimodal empezaron a ver cómo iban a hacer para irse a La Plata.
--Y... quizás hubiéramos vivido juntos --dice ella.
Pero se enteraron de que en la Universidad Nacional del Sur empezaban a dictar la carrera. Antes había que hacer un año de cualquier otra. Y otra vez la coincidencia: Farmacia.
--Y... era lo más lógico porque si estábamos obligados a hacer un año de otra carrera, qué mejor que hacer una afín con lo que íbamos a estudiar después --dice él.
Al año siguiente empezaron Medicina. El le metió el mate en el "mate" a la hora de abrir los libros. A ella mucho no le gustaba. Pero hoy, los amargos son parte de la rutina de estudio.
A fin de año terminarán la carrera, según sus cálculos.
--No sé... hasta capaz que ponemos el consultorio juntos --acota él, sin saber muy bien todavía si será cardiólogo, ginecólogo o clínico.
--Puede ser, si estamos en la misma ciudad, pero es una idea. ¿Quién te dice? --agrega ella, que ya está bien decidida a especializarse en medicina general.
También dicen que de vez en cuando ven fotos de cuando eran chicos.
--El era más gordito, ja, ja, ja...
--También nos ponemos a pensar cómo será esta historia cuando tengamos 60 o 70 años ¿no? --dice él.
--Y... seguramente nos seguiremos viendo hasta con los nietos de uno y otro --dice ella.
--Sí, es que ella es una muy buena persona, a veces demasiado...
--Para mí, lo mismo. No quiero repetir lo que dijo él... Puedo decir que es una persona que siempre está presente.
* * *
El 4 de abril de 1989 Alejandra Gonzalo tenía un mes y un día. Mamá Norma la iba a llevar al control del pediatra, entonces la vecina de enfrente aprovechó y se cruzó a conocerla. Es que para fines de septiembre la vecina también iba a tener un nene.
Graciela volvió a casa y no se sintió bien. Fue al Hospital Español. De inmediato quedó internada. Algo se había complicado. Un mes y medio después nació Alexis Danilo Belloni. Tenía 5 meses y medio de gestación y un kilo 600 de peso.
Nadie imaginó aquel 5 de junio de 1989 que con el parto adelantado también nacería una amistad que tiene casi la misma edad de los dos protagonistas: 21 años.
Alejandra vive en Pasaje Tandil 789 y Danilo, en el 782. Ya desde chicos se veían bastante, pero la amistad empezó a hacerse más sólida cuando se pusieran aquellos guardapolvos rojos. Los dos pudieron anotarse en la misma salita del jardín de infantes de Nuestra Señora de Pompeya, en el barrio San Martín. Es que los dos cumplían años antes del 30 de junio, pero ya habían tenido alguna coincidencia antes.
--Fui al jardín 912 (Teniente Farías al 500) pero me cambiaron a las dos semanas porque no me adaptaba --dice Danilo.
--¡Yo también fui al jardín 912! Pasó que después me cambiaron porque en el Pompeya se abrió una salita a la mañana --dice ella.
--¡¿Y cómo no nos vimos?! --dice él.
--Ah, no sé... --le contesta Alejandra.
Entonces, además de vecinos fueron compañeritos.
--A veces miramos fotos de cuando éramos chicos. Y nos reímos de una en la que él está en casa con una malla floreada... ja, ja, ja... Era mi cumpleaños y me acuerdo que ese día se enojó porque no agarró nada de la piñata... ja, ja, ja...
--Yo era un poco tímido --dice Danilo poniéndose colorado, todavía hoy, a más de 15 años de aquella foto.
Los contactos en la primaria eran más frecuentes cuando alguno de los dos faltaba a la escuela.
--Como vivíamos uno enfrente del otro, nos pasábamos los deberes --se acuerda Alejandra.
En la secundaria siguieron juntos en Pompeya y empezaron a salir de noche.
--No, no... No te vamos a decir adónde íbamos --advierte ella.
--No. Bueno... a Cocodrilo. Ahí, en Fuerte Argentino. Eramos menores y era el único lugar en donde no te pedían documentos --dice él.
--Igual nuestros viejos sabían dónde estábamos, ¡eh! --aclara Alejandra.
--Che ¿y entre ustedes nunca nada?
--Nunca hubo atracción ¿No Danilo?
--No. Cada uno tiene su pareja. Lo cómico es que ella antes de que yo empezara a estar de novio con Cielo me dijo: "che, si te metés con ella no vas a poder salir más solo...". Ahora nos reímos los tres. Igual yo tuve mi revancha porque cuando ella empezó a salir con Carlos le dije: "¿Y...? ¿Tanto que me decías vos?".
Dicen que a los dos les gustaba el periodismo desde chicos y que en el tercer año del Polimodal hicieron una experiencia juntos cuando Danilo acercó a Alejandra a la radio.
--Hacíamos un programa en Radio Latina. Era de interés general. --dice Danilo.
Hasta que le dieron un rumbo a aquello de la radio y del periodismo.
--Nos anotamos en el Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social, en Rondeau y Güemes (ahora se llama Instituto Superior de la Bahía) --dice Danilo.
Se recibieron juntos el último 19 de diciembre.
--Capaz que algún día ponemos alguna empresa periodística juntos --dice ella.
--A veces deliramos juntos --dice él.
Pero querían estudiar algo más. Danilo eligió Historia, en la Universidad Nacional del Sur. Ella, también.
--No sabía bien qué iba a estudiar y me pareció que Historia era lo mejor para mí. Pensé que ella iba a seguir Filosofía.
--Lo había decidido sin hablarlo con él y volvimos a coincidir. Eso de que a veces deliramos como dice Camilo es así. Y no sólo con las carreras que elegimos.
--Sí... a veces nos ponemos a pensar que esto va a continuar...y que nuestros hijos se van a conocer --cierra él.
Se las dejo para compartir:
HISTORIAS DE LA CIUDAD
Más que amigos, sólo amigos
* Federico Zeppa y Gisela Frasca fueron juntos a la primaria, la secundaria y están a punto de terminar Medicina en la Universidad Nacional del Sur.
* Alejandra Gonzalo y Danilo Belloni compartieron el jardín de infantes, la primaria y el Polimodal en las mismas aulas de Pompeya. Se recibieron en el Instituto en Ciencias de la Comunicación Social y hoy cursan Historia en la UNS.
La mamá de Federico Zeppa llegó al Hospital Español a las 8 de la noche del 30 de junio de 1986 y Y a las 22.03, después de un parto "muy lindo", según cuenta, nació Federico. Justo en el día límite para anotar a los alumnos en las escuelas.
Es por eso que Federico siempre fue el más chico del curso: "a pesar de eso siempre fue un buen alumno", dice Liliana, más mamá que nunca.
Es por eso que Federico compartió toda la primaria, toda la secundaria y toda la carrera de Medicina, que concluirá a fin de año en la Universidad Nacional del Sur, con Gisela Frasca.
Los padres de Gisela tuvieron más margen: la nena nació el 13 de junio de 1986, a las 6 de la tarde.
En marzo de 1991 entraron juntos a la Escuela 67, de Thompson y Pedro Pico, pero claro, los nenes con los nenes y las nenas con las nenas. Y además vivían lejos para chicos de 5 años: él en Villa Rosas y ella en el barrio Pedro Pico.
--Recién en 7º u 8º nos habremos hecho amigos --dice Federico.
--En la primaria no nos sentábamos juntos, pero estábamos en el mismo grupo dentro del aula. Nos sentábamos de a dos y la mesa de él estaba enfrentada con la mía --dice Gisela.
Cuando se hicieron más grandes caminaron media cuadra y entraron juntos al Instituto Santa María de los Apóstoles de la Pequeña Obra, en Pedro Pico al 500.
A él le empezaron a gustar las chicas. A ella, los chicos.
--Y sí... cuando Federico me contaba que le gustaba alguien, le decía "mmm... esa chica"... pero bueno, no me prestó mucha atención.
--Claro y después venía el "te avisé" --dice él.
--¿Y nunca hubo onda entre ustedes?
--Nooo --dicen al mismo tiempo.
Cuentan que allá por el 98/99, cuando estaban en 7º u 8º, les andaba dando vuelta la idea de ser médicos. Cuando faltaban meses para dejar el Polimodal empezaron a ver cómo iban a hacer para irse a La Plata.
--Y... quizás hubiéramos vivido juntos --dice ella.
Pero se enteraron de que en la Universidad Nacional del Sur empezaban a dictar la carrera. Antes había que hacer un año de cualquier otra. Y otra vez la coincidencia: Farmacia.
--Y... era lo más lógico porque si estábamos obligados a hacer un año de otra carrera, qué mejor que hacer una afín con lo que íbamos a estudiar después --dice él.
Al año siguiente empezaron Medicina. El le metió el mate en el "mate" a la hora de abrir los libros. A ella mucho no le gustaba. Pero hoy, los amargos son parte de la rutina de estudio.
A fin de año terminarán la carrera, según sus cálculos.
--No sé... hasta capaz que ponemos el consultorio juntos --acota él, sin saber muy bien todavía si será cardiólogo, ginecólogo o clínico.
--Puede ser, si estamos en la misma ciudad, pero es una idea. ¿Quién te dice? --agrega ella, que ya está bien decidida a especializarse en medicina general.
También dicen que de vez en cuando ven fotos de cuando eran chicos.
--El era más gordito, ja, ja, ja...
--También nos ponemos a pensar cómo será esta historia cuando tengamos 60 o 70 años ¿no? --dice él.
--Y... seguramente nos seguiremos viendo hasta con los nietos de uno y otro --dice ella.
--Sí, es que ella es una muy buena persona, a veces demasiado...
--Para mí, lo mismo. No quiero repetir lo que dijo él... Puedo decir que es una persona que siempre está presente.
* * *
El 4 de abril de 1989 Alejandra Gonzalo tenía un mes y un día. Mamá Norma la iba a llevar al control del pediatra, entonces la vecina de enfrente aprovechó y se cruzó a conocerla. Es que para fines de septiembre la vecina también iba a tener un nene.
Graciela volvió a casa y no se sintió bien. Fue al Hospital Español. De inmediato quedó internada. Algo se había complicado. Un mes y medio después nació Alexis Danilo Belloni. Tenía 5 meses y medio de gestación y un kilo 600 de peso.
Nadie imaginó aquel 5 de junio de 1989 que con el parto adelantado también nacería una amistad que tiene casi la misma edad de los dos protagonistas: 21 años.
Alejandra vive en Pasaje Tandil 789 y Danilo, en el 782. Ya desde chicos se veían bastante, pero la amistad empezó a hacerse más sólida cuando se pusieran aquellos guardapolvos rojos. Los dos pudieron anotarse en la misma salita del jardín de infantes de Nuestra Señora de Pompeya, en el barrio San Martín. Es que los dos cumplían años antes del 30 de junio, pero ya habían tenido alguna coincidencia antes.
--Fui al jardín 912 (Teniente Farías al 500) pero me cambiaron a las dos semanas porque no me adaptaba --dice Danilo.
--¡Yo también fui al jardín 912! Pasó que después me cambiaron porque en el Pompeya se abrió una salita a la mañana --dice ella.
--¡¿Y cómo no nos vimos?! --dice él.
--Ah, no sé... --le contesta Alejandra.
Entonces, además de vecinos fueron compañeritos.
--A veces miramos fotos de cuando éramos chicos. Y nos reímos de una en la que él está en casa con una malla floreada... ja, ja, ja... Era mi cumpleaños y me acuerdo que ese día se enojó porque no agarró nada de la piñata... ja, ja, ja...
--Yo era un poco tímido --dice Danilo poniéndose colorado, todavía hoy, a más de 15 años de aquella foto.
Los contactos en la primaria eran más frecuentes cuando alguno de los dos faltaba a la escuela.
--Como vivíamos uno enfrente del otro, nos pasábamos los deberes --se acuerda Alejandra.
En la secundaria siguieron juntos en Pompeya y empezaron a salir de noche.
--No, no... No te vamos a decir adónde íbamos --advierte ella.
--No. Bueno... a Cocodrilo. Ahí, en Fuerte Argentino. Eramos menores y era el único lugar en donde no te pedían documentos --dice él.
--Igual nuestros viejos sabían dónde estábamos, ¡eh! --aclara Alejandra.
--Che ¿y entre ustedes nunca nada?
--Nunca hubo atracción ¿No Danilo?
--No. Cada uno tiene su pareja. Lo cómico es que ella antes de que yo empezara a estar de novio con Cielo me dijo: "che, si te metés con ella no vas a poder salir más solo...". Ahora nos reímos los tres. Igual yo tuve mi revancha porque cuando ella empezó a salir con Carlos le dije: "¿Y...? ¿Tanto que me decías vos?".
Dicen que a los dos les gustaba el periodismo desde chicos y que en el tercer año del Polimodal hicieron una experiencia juntos cuando Danilo acercó a Alejandra a la radio.
--Hacíamos un programa en Radio Latina. Era de interés general. --dice Danilo.
Hasta que le dieron un rumbo a aquello de la radio y del periodismo.
--Nos anotamos en el Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social, en Rondeau y Güemes (ahora se llama Instituto Superior de la Bahía) --dice Danilo.
Se recibieron juntos el último 19 de diciembre.
--Capaz que algún día ponemos alguna empresa periodística juntos --dice ella.
--A veces deliramos juntos --dice él.
Pero querían estudiar algo más. Danilo eligió Historia, en la Universidad Nacional del Sur. Ella, también.
--No sabía bien qué iba a estudiar y me pareció que Historia era lo mejor para mí. Pensé que ella iba a seguir Filosofía.
--Lo había decidido sin hablarlo con él y volvimos a coincidir. Eso de que a veces deliramos como dice Camilo es así. Y no sólo con las carreras que elegimos.
--Sí... a veces nos ponemos a pensar que esto va a continuar...y que nuestros hijos se van a conocer --cierra él.
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